Charlar con los pacientes más allá de la relación profesional, en ocasiones y por pura casualidad, tiene sorpresas que pueden despertar nuestra curiosidad. Cuantas veces ocurre que, ante la pregunta de antecedentes médicos, personales o familiares donde alergias o alteraciones de coagulación, saltan a la primera… la respuesta es: “nada, todo bien”. Insistir no está de más, como veremos a continuación.
Las agenesias dentarias, así como otras anomalías del desarrollo dentario, forman parte de la rutina del trabajo clínico en la odontología y especialmente en la ortodoncia. Sabemos que el desarrollo dentario está bajo un estricto control genético que determina la posición, número y forma de los dientes. Artículos como el publicado por P Ritwik et al “Diagnosis of Tooth Agenesis in Childhood and Risk for Neoplasms in Adulthood” [11] dan sentido al párrafo con el que comencé.
Introducirse en el mundo de la genética no resulta fácil, por eso se agradecen trabajos como el publicado por Meredith A. Williams y Ariadne Letra que publicaron en 2018, en la revista Genes [12], un artículo de esos que dejan huella. Pone orden y facilita la comprensión de un tema complejo para su integración clínica. Echando la vista atrás en el tiempo, te hace comprender todos esos tratamientos donde las agenesias no sindrómicas se acompañaban de “algo más…” pero donde, por mi parte, no acababa de encontrar los nexos ni la “claridad” actual.
Las agenesias dentales se clasifican según su número de afectación (sin incluir cordales) en: hipodontia (menos o igual a cinco agenesias), oligodontia (más de 5) o anodontia (ausencia total de dientes permanentes). Los dientes más afectados son segundos premolares mandibulares, incisivos laterales maxilares y segundos premolares maxilares.
Por otro lado, las agenesias pueden ser sindrómicas o no sindrómicas. Aunque pueden aparecer en más de 150 síndromes, lo más habitual es que sean aisladas, esporádicas o segregadas en familias.
La asociación de agenesias dentales con determinados síndromes es conocida y estudiada desde hace años. Son síndromes que en su gran mayoría se pueden presentar en nuestra clínica ya diagnosticados, ya que otros fenotipos han sido evidenciados en etapas tempranas de la vida a nivel médico. En estos casos pueden concurrir otras anomalías dentarias: microdoncia, raices cortas, impactaciones dentales, retraso o erupción dentaria alterada, transposición caninas y premolar, taurodontismo e hipoplasia de esmalte.
Por otro lado, la presencia de agenesias dentales no sindrómica, puede ser debida a:
Este último grupo me ha interesado estudiarlo especialmente en los últimos años, y es en el que me centraré en los próximos artículos. Se tratará de agenesias dentales, no sindrómicas, causadas por mutaciones genéticas que son igualmente responsables de alteraciones médicas asociadas pero no identificadas previamente, silentes. Por eso, a este grupo me gusta llamarle las sugerencias de las agenesias dentales, nos avisan de lo que está por venir.